martes, 16 de octubre de 2007

El Comercio Durante la Colonia


A partir de 1504 España impuso un “monopolio comercial” a sus colonias, por el cual prohibió a los americanos a comerciar con otras naciones y les exigió hacerlo sólo con barcos españoles autorizados.

La Casa de Contratación organizaba en Sevilla una partida de flotas y galeones. Las flotas eran los barcos donde se cargaban las mercaderías para América. Dos veces al año salían acompañados de los galeones que eran barcos de guerra que debían protegerlos de los piratas.
Llegaban a Cuba y desde allí se dirigían a otras regiones de Centro América.
A pesar de este monopolio existió un comercio oculto con otros países y el contrabando restó recursos a España.

La Corona, que veía en América la oportunidad de aumentar su riqueza gracias a los metales preciosos (oro y plata) del nuevo mundo y al “mercado cautivo” que conseguía para sus productos, si se mantenía un estricto monopolio que obligara a los colonos a comerciar solamente con España, situación que fue difícil de conseguir debido al permanente contrabando de productos provenientes de otras naciones europeas, sobre todo durante el siglo XVIII.