
Sin embargo, también debemos considerar la causa directa del conflicto que involucró a numerosos países entre 1914 y 1918. El desarrollo del conflicto fue más largo de lo espera por las potencias, especialmente por parte de Alemania. La guerra de trincheras terminó provocando la muerte de miles de hombres.
Las consecuencias fueron desastrozas y Europa tardó años en recuperarse de las pérdidas demográficas y económicas.