sábado, 19 de julio de 2008

La Guerra de Vietnam (1946-1975)

Antecedentes

Ya en los cincuenta, la Indochina francesa había sido considerada importante por sus materias primas pero, sobre todo, por el efecto que tendría su caída. Estados Unidos resultó un dubitativo participante en las conversaciones de Ginebra y no quiso firmar los acuerdos de 1954, probablemente como consecuencia de su política respecto a China en estos momentos. El resultado de los acuerdos de 1954 fue que se internacionalizó la paz pero sin ninguna garantía efectiva. En consecuencia, los vietnamitas del Norte pudieron tener la sensación de que se les dejaba la posibilidad de acabar conquistando el Sur. Por otro lado, fue el nacionalismo y no ninguna consigna de Moscú el que produjo la sublevación allí. Cuando Kennedy llegó al poder el número de norteamericanos en Vietnam era de apenas 685. Vietnam del Sur tenía 14 de los 25 millones de habitantes del país y la mayor parte de los recursos alimenticios, pero nunca tuvo conciencia de ser una nación. La conclusión a la que llegó el presidente norteamericano fue, sin embargo, que si los Estados Unidos tenían que luchar por el Sudeste asiático limitando el avance comunista lo debían hacer por Vietnam del Sur. En consecuencia, pronto el país se convirtió en el quinto país del mundo en recibir ayuda norteamericana. Eso, no obstante, no mejoró su dirección política: Ngo Dinh Diem, su presidente, era uno más del millón de personas que había abandonado el Norte en el momento de la victoria de los comunistas, mucho más un enemigo de éstos que un nacionalista. Déspota y católico, en un país en que esta religión recordaba al pasado colonial, mantuvo a 50.000 personas en la cárcel. Al principio Diem dio la sensación de ser un gestor eficaz pero, rodeado de una especie de corte imperial, acabó por exasperar a sus aliados. Kennedy dijo de él: "Diem es Diem y es lo mejor que tenemos", pero en el momento en que el número de norteamericanos en Vietnam llegaba a 18.000 y se había producido una revuelta budista tuvo lugar el derrocamiento de Diem (noviembre de 1963). El propio embajador norteamericano apoyó el golpe, iniciando un proceso por el que los Estados Unidos se involucraron en exceso en la política de aquel a quien querían proteger. A partir de este momento, cuanto más aumentaba la presencia norteamericana en Vietnam más insistían desde Washington en la reforma política, llegando a intromisiones inaceptables y, al mismo tiempo, más se americanizaba la guerra. De otro lado, cuanto mayor era la inseguridad de los sudvietnamitas en el poder, al mismo tiempo más autoritario se volvía el Gobierno de Saigón. En 1964 hubo nada menos que siete Gobiernos, lo que es lógico si tenemos en cuenta que la expulsión de Diem había producido un profundo vacío político. Kahn, el sucesor de Diem, fue un personaje simplemente cómico. Nunca hubo, por parte norteamericana, una evaluación del adversario ni del hecho de que las guerras largas, igual que la de Corea, acaban quebrando el consenso interno de las democracias. Cuando surgieron dificultades a medio plazo, los mismos que habían defendido la necesidad de intervención cambiaron radicalmente y hablaron de la necesidad de una retirada. El adversario acabó por ver los signos de buena voluntad como testimonios de debilidad.


¿Cómo empezó todo?


Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Francia trató de restablecer su dominio colonial sobre Indochina. Ho Chi-Minh lideró la lucha contra la intervención gala y proclamó en Hanoi la República Democrática de Vietnam, contra la que nada pudieron hacer las fuerzas francesas.
Ho Chi-Minh estableció en Vietnam del Norte un régimen socialista de inspiración marxista, y obtuvo el apoyo masivo de la Unión Soviética y China.
En Vietnam del Sur se instaló un gobierno independiente y anticomunista, bajo la dirección de Ngo Dinh Diem, quien obtuvo la protección y apoyo de Estados Unidos.
Sin embargo, Diem gobernó arbitrariamente, creando las condiciones necesarias para que la causa del Frente de Liberación Nacional (Vietcong), procomunista, prendiera en Vietnam del Sur.
Al ver que el Vietcong recibía apoyo de Vietnam del Norte, Estados Unidos intervino, preocupado de que el comunismo penetrara en toda Asia a través de Vietnam del Sur.
Bajo el gobierno de Lyndon B. Johnson se comprometió la participación masiva de los norteamericanos. En 1967 combatían más de 480 mil soldados estadounidenses y Vietnam del Norte era bombardeado constantemente.
Sin embargo, la resistencia norvietnamita fue notable, y pronto, en la propia Norteamérica, comenzaron las protestas y críticas por la brutalidad de la lucha. Así, en 1975, el entonces Presidente estadounidense Richard Nixon y su Secretario de Estado, Henry Kissinger, ordenaron el regreso de las tropas norteamericanas. En 1976 nació la República Socialista de Vietnam.


Johnson había dicho que no era su intención enviar a muchachos norteamericanos a miles de kilómetros a hacer algo que debían hacer los vietnamitas, pero las circunstancias mismas favorecieron que incrementara la intervención. En agosto de 1964 el incidente del "Maddox" -un buque norteamericano atacado por los norvietnamitas-, muy probablemente exagerado, pareció justificarla y de cualquier modo el adversario demostró estar dispuesto a intervenir en el Sur sin hacer mucho caso a los soviéticos ni a los chinos: en 1964 ya enviaron 10.000 soldados a través de la porosa frontera occidental y tres años después enviaban ya 20.000 al mes.



El descontento de la población norteamericana en contra de la guerra


La aparente imposibilidad de resolver el conflicto produjo como consecuencia que desde octubre de 1967 hubiera más norteamericanos contrarios a la intervención que favorables a ella. En ello no influyó el costo, porque fue tan sólo una cuarta parte de lo que costó Corea; mucho más decisiva fue la idea de que se estaba llevando a cabo una guerra errada. Ese año, en las elecciones, el presidente sudvietnamita Thieu no obtuvo más que el 35% de los votos, en unos comicios muy corruptos que dieron un 17% a los partidarios de pactar con el Vietcong. La economía sudvietnamita, mientras tanto, se convertía en todavía mucho más dependiente de los Estados Unidos de lo que lo había sido hasta el momento. En enero de 1968 el Vietcong y los norvietnamitas llevaron a cabo la ofensiva del Tet (un mes del calendario vietnamita) que supuso una derrota total para ellos pero que significó también una abrumadora victoria psicológica. Hué, una de las principales ciudades, fue ocupada durante veinticinco días, pero el mayor daño de cara a la opinión mundial fue causado por la imagen de un general sudvietnamita ejecutando de forma sumaria a un Vietcong. Los norvietnamitas pudieron haber ejecutado a 5.000 personas en Hué, en ocasiones por procedimientos tan bárbaros como enterrarlos vivos, pero, al mismo tiempo, sufrieron 40.000 muertes. A partir de este momento la guerra fue ya definitivamente impopular en los Estados Unidos, al mismo tiempo que los medios de comunicación se manifestaban por completo opuestos a la participación en el conflicto. El verdadero campo de batalla fue, pues, la opinión norteamericana y a este respecto no hay que olvidar que lo que se vio por la televisión fue unidimensional porque no aparecieron, por razones obvias, las atrocidades cometidas por los norvietnamitas. Uno de cada tres norteamericanos cambió de opinión acerca de la Guerra de Vietnam en los meses iniciales de 1968.


El término de la guerra


Al acuerdo se llegó tan sólo en enero de 1973 pactando el abandono de los norteamericanos, la formación de un Gobierno provisional y elecciones. Mientras tanto, en Laos los comunistas se habían hecho ya con el poder y los norvietnamitas no hacían nada ni remotamente parecido a mantener la fidelidad a lo acordado, lanzando ataques que motivaron sucesivos bombardeos norteamericanos. El mismo día del alto el fuego violaron los acuerdos 29 veces y argumentaron que los carros de combate con los que cruzaban la frontera servían, en realidad, para transportar alimentos. En la práctica, pues, lo acordado no sirvió para otra cosa que para establecer un plazo antes de la reanudación de los combates, ya sin la participación de los norteamericanos, que en marzo de 1973 habían evacuado Vietnam.


Consecuencias


Las consecuencias de la Guerra de Vietnam fueron muchas y, sobre todo, muy paradójicas. Vietnam quedó convertido en una dictadura comunista que ejecutó de forma inmediata a algunas decenas de millares de personas. En los años ochenta todavía había cuarenta campos de concentración con 100.000 prisioneros. Por entonces, casi un millón de personas pretendieron huir y unos millares murieron al hacerlo por mar (fueron los "boat-people" que motivaron la solidaridad de los intelectuales occidentales). Vietnam fue también, pese a la ayuda soviética, uno de los doce países más pobres del mundo, pero con un Ejército que proporcionalmente era el cuarto.


Fuentes:www.artehistoria.jcyl.es/


La Revolución Francesa






















Resumir las causas de la revolución francesa es tarea casi imposible, dada la constante revisión historiográfica del tema, impulsada por la reciente celebración del bicentenario (1989). La interpretación tradicional difería en función de dos ópticas: la conservadora y la liberal. La conservadora ( Burke, de Maistre, de Bonald ) hacía hincapié en el descontento del Tercer Estado, alentado por activistas sin escrúpulos que habían tramado la conspiración contra el Antiguo Régimen en los clubs políticos, las logias masónicas y las sociedades de pensamiento nacidas al calor de la ilustración. La liberal ( Sieyés, Mirabeau) insistiría en las causas ideológicas, resaltando los logros de la Revolución que desmontaron los privilegios y la desigualdad reinantes en el Antiguo Régimen. Posteriormente la escuela marxista, resaltaría los intereses de clase como la verdadera causa de la Revolución. La pervivencia de estructuras sociales y económicas arcaicas frenaba el despegue de la nueva clase en auge: la burguesía, que se vería impulsada para cambiarlas hacía la revolución. Desde este punto de vista, la Revolución francesa representa la consumación de la revolución burguesa. Finalmente, después de la 2ª Guerra Mundial se inició una corriente revisionista que incluyó el proceso revolucionario francés en otro más amplio que afecta a las colonias inglesas en Norteamérica y en general a la Europa occidental. Quedan, no obstante, pendientes últimas interpretaciones que inciden sobre aspectos demográficos o de mentalidad colectiva. Las últimas revisiones historiográficas, huyendo de explicaciones unilaterales, conducen a un conjunto de factores políticos, económicos, sociales e incluso demográficos que desencadenaron la revolución y que pueden resumirse del modo siguiente:



Pervivencia de una estructura tradicional arcaica, minada por la evolución de la economía y el auge de la burguesía, que reclamaba el poder político paralelo al económico que disfrutaba.
Exigencias de cambio político, acorde con las renovadoras teorías del liberalismo propuestas por los filósofos ilustrados y racionalistas.
Descontento del estado llano o Tercer Estado, cada vez más presionado por los impuestos.
Tampoco cabe descartar el factor demográfico (el rejuvenecimiento de la población que ansía cambios)
ni los problemas económicos (las malas cosechas de 1788 y 1789 que elevaron el precio del pan). Se había producido, en último término, un desajuste entre las necesidades sociales, políticas y económicas del país y el anquilosamiento de sus gobernantes.



Pero la causa detonante sería fundamentalmente económica :la crítica situación de la Hacienda pública que lleva a Luis XVI y a sus ministros a intentar solucionarla aumentando los impuestos. En 1787 Calonne choca con la intransigencia de los nobles que se oponen a la reforma fiscal. En 1788 Brienne, el nuevo ministro, tampoco logra hacerles claudicar. Finalmente, Necker , decide convocar los Estados Generales, que no se habían reunido desde hacía siglo y medio.


La Reforma y la reacción Católica

1. EL ESCENARIO DE LAS REFORMAS

En el siglo XVI, se estaba configurando el llamado "mundo moderno" y con él, el hombre empezaba a dejar atrás la concepción providencialista de la vida y asumía sus responsabilidades sociales.
La economía europea se vio revolucionada por la afluencia de metales preciosos procedentes del Nuevo Mundo, lo que produjo inicialmente graves desequilibrios económicos y sociales que podría describirse en la actualidad como inflación desmesurada y pauperización de las grandes mayorías, en contraste con la acumulación de capitales en las zonas de mayor actividad manufacturera, contribuyendo a consolidar un nuevo sistema económico donde la iniciativa individual remplazaba al esfuerzo cooperativo.
España y Francia continuaban disputándose la hegemonía en Europa. Carlos V, emperador alemán, buscó encarnar el ideal de construcción de un imperio universal cristiano. Pero a este proyecto se le opusieron los del turco islámico Solimán; del ruso cristiano ortodoxo, Iván el Terrible y del religioso agustino Martín Lutero, cuya prédica criticaba las prácticas y doctrina católica de las indulgencias, poniendo en jaque la cohesión interna de su Imperio.

2. IGLESIA NUEVA PARA UN TIEMPO NUEVO

En el siglo XVI, la Iglesia Católica comenzaba a perder parte del protagonismo que había tenido en los siglos anteriores. Cuando se desintegró el Imperio Romano de Occidente, apareció como la única institución sobreviviente que podía otorgarle unidad al fragmentado mundo europeo, por medio de la fuerza del credo espiritual que inyectó fe y esperanza en el porvenir.
Pero, en la puerta de entrada de los tiempos modernos, la Iglesia enfrentó una severa crisis. No era la primera, puesto que ya había vivido el cisma que condujo a la estructuración de la Iglesia Ortodoxa griega y otras crisis menores al finalizar los siglos medievales. Sin embargo, gracias a ellas, en especial la del siglo XVI, se afrontó una depuración interna que ayudó a la recuperación de su prestigio.
Esta nueva crisis, no solo abarcó el ámbito religioso; conmocionó también el político, el económico y el social. Se desencadenó en el interior del Imperio alemán regido por Carlos V, para luego pasar a comprometer, en diversos grados, a toda la Europa Occidental.

Juan Hus, uno de los precursores de la Reforma,
que fue condenado a la hoguera.

2.1. Reformar la Iglesia, una necesidad urgente

La Iglesia, como muchas otras instituciones, se vio afectada por crisis internas derivadas de la conducta de sus miembros. Sin embargo, la alarma fue mayor, ya que ella es la rectora de la cristiandad encargada de velar por el desarrollo espiritual de sus integrantes. Por ello, cuando el papado, los cardenales y demás eclesiásticos parecen estar más comprometidos con cuestiones políticas temporales y metas materiales que con los aspectos sustantivos de su misión, son objeto de severas críticas.
Así ocurría en los albores de los tiempos modernos. Los Papas parecían estar más comprometidos con los asuntos políticos italianos que con las urgentes reformas internas, necesarias ante la relajación en las costumbres de los eclesiásticos, por el lujo en la vida de los prelados en contraste con su escaso celo pastoral; por la poca preparación del bajo clero y el parasitismo de algunas órdenes monásticas.
Así las cosas, en la segunda mitad del siglo XIV, John Wycliff (1330-1384) y Juan Hus (1369-1415) cuestionaron a la Iglesia Católica en: la infalibilidad del Papa, y su manera de ejercer la autoridad; la comercialización de indulgencias, la administración de sus bienes inmuebles y la mendicidad de los monjes, entre otros aspectos.
Más allá de estos cuestionamientos puntuales, hubo otros que precipitaron la ruptura de la unidad en la Iglesia; por ejemplo, ¿puede alguien hacerse pasar por el representante de Cristo o de Pedro si no imita su conducta? ¿Busca la Iglesia una adhesión interior en la comunión espiritual con Dios, o más bien incrementa prácticas y devociones externas? ¿Es Cristo el centro del culto, o se privilegia a los santos y las reliquias? En este contexto se propugnaba el retorno a las fuentes originales de la inspiración cristiana.
Estos cuestionamientos no eran compartidos por todos los católicos. Para muchos, la jerarquía eclesiástica, integrada por hombres consagrados a Cristo y bien instruidos, debía ejercer en exclusividad la interpretación de las Sagradas Escrituras para los fieles, a través de la definición de las creencias y la predicación. Solo ellos podían atraerse el favor de la divinidad, posibilitando su intervención, y combatir las fuerzas maléficas y demoníacas. Los fieles compensaban su mediación con el pago del diezmo, legándoles tierras y aceptando sus orientaciones normativas de la sociedad.
Por otra parte, no se puede desconocer el fuerte peso social que tuvo la Iglesia en materias relativas a la cultura en general y a la enseñanza en particular. Más aún si recordamos que ella era la única institución que organizaba las obras de asistencia social para socorrer a los desamparados.

3. LA IGLESIA: ENTRE LO ESPIRITUAL Y LO MUNDANO

Lutero exponiendo sus 95 tesis en contra de las indulgencias.Ya hacía tiempo que la vida de los Papas no se distinguía por la austeridad; practicaban el nepotismo, es decir, enriquecían a sus parientes, y estaban preocupados -a través de un activo mecenazgo- de devolverle a Roma la monumentalidad perdida. Se criticó a la jerarquía eclesiástica porque en su modo de vida primaba lo mundano sobre su misión cristiana, el lujo sobre la austeridad, la corrupción sobre el desempeño honesto y transparente. Por todo esto, surgió un fuerte rechazo en algunos sectores eclesiásticos, y se agudizó con la comercialización de las indulgencias a través de un documento que liberaba a las ánimas del purgatorio si sus deudos pagaban el precio estipulado.

3.1. Lutero abre el debate

En la puerta de la iglesia de Wittenberg, Martín Lutero (1483 -1546) fraile agustino, fijó un texto con 95 tesis, que abrían la discusión en tomo al tema de las indulgencias, para luego ampliar sus puntos de vista a diferentes materias que comprometían a la Iglesia.
Aunque los postulados de Lutero partían de una visión netamente cristiana, como la que reconoce al hombre como pecador, desconoce la gracia del perdón que derrama Cristo sobre aquellos que se arrepienten sinceramente a través del sacramento de la reconciliación (confesión), que restablece el acceso a la comunión eucarística.
Si dijéramos que no tenemos pecado somos mentirosos. Y es un error creer que este mal puede curarse mediante las obras, siendo así que la experiencia es testigo de que en nuestras buenas obras, por muy grandes que sean, queda siempre esta concupiscencia al mal y nadie está libre de ella. Así pues, somos pecadores en nosotros mismos, y, sin embargo, por el deseo divino, justos a causa de nuestra fe.

Lutero sostuvo que Dios no se fija en nuestras obras -buenas o malas- sino en la justificación por la fuerza de nuestra fe. Este planteamiento provocó un cambio importante en la visión de Dios y en las instituciones religiosas católicas, ya que valoraba la conciencia de los creyentes como instancia mediadora directa con Dios.

Otros puntos fundamentales de su doctrina son:

. El libre examen, que consiste en que cada persona puede interpretar libremente la Biblia, no existiendo la obligación de aceptar la interpretación eclesiástica.
· Los únicos sacramentos auténticos son el bautismo y la eucaristía.
· Se suprime el culto a la Virgen y a los santos.

La Iglesia fue lenta en su reacción contra Lutero. El papa León X recomendó que fuera la orden agustina la que impusiera disciplina al monje, en tanto que comenzaba a ampliarse el número de sus partidarios, príncipes y nobles alemanes, deseosos de tener parte en los bienes y propiedades de la Iglesia, y ansiosos por reafirmar su autoridad frente al emperador Carlos V.
Habiéndose analizado en Roma los escritos y enseñanzas de Lutero, fueron declarados heréticos por el papa León X quien además lo excomulgó. En abierta rebeldía, Lutero procedió a quemar públicamente la bula papal de excomunión. El Papa solicitó la intervención del emperador. En 1521, Carlos V, en la Dieta reunida en Worms, le exigió su retractación. Su respuesta negativa le significó el destierro, así como la destrucción y censura de sus escritos. Protegido por el noble alemán Federico de Sajonia, fue recluido en un castillo en Turingia donde se dedicó a traducir la Biblia al alemán. Por este tiempo, la Iglesia no consideraba aconsejable que las personas leyeran por su cuenta las Sagradas Escrituras, situación que se superó solo a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965).
La causa de Lutero se vio favorecida por la gran difusión que tuvieron sus escritos gracias a la reproducción tipográfica. Esto explica el hecho de que los príncipes alemanes se dividieran frente a la resolución de la Dieta de Worms que expulsaba a Lutero del Imperio. En el año 1529 se confirmó la sanción, levantándose una gran ola de protestas por parte de muchos nobles y burgueses. Estas protestas dieron origen al apelativo de protestantes. Desde entonces se ha designado con ese término a los partidarios de Lutero y, por extensión, a otros reformadores de similar inspiración.
El sector campesino alemán se movilizó también, aunque sus motivaciones de inspiración religiosa tenían un cariz económico y social. Numerosos aldeanos se levantaron, armados con sus herramientas de trabajo, contra los nobles y eclesiásticos para exigirles no solo libertad religiosa, sino también social. Este movimiento fue liderado por el predicador Tomas Münzer, quien anunciaba a los campesinos que eran ellos los elegidos para vencer a los príncipes que intentaban impedir el triunfo del Evangelio. Con esta motivación se produjo, en el año 1526, un levantamiento popular. La desigual lucha, terminó con los campesinos hechos pedazos por los señores nobles.


CRONOLOGÍA

1517 · Lutero publica sus 95 tesis contra las indulgencias.

1521 · Dieta de Worms.

1528 · Los postulados de Ulrico Zwinglio triunfan en Suiza.

1529 · Dieta de Spira: los luteranos rechazan las propuestas y son llamados protestantes.

1534 · Enrique VIII se aparta del catolicismo y crea la Iglesia Anglicana.

1541 · Calvino propicia la agitación religiosa en Ginebra.

1545 · Concilio de Trento: comienza la contrareforma.

1555 · Paz de Augsburgo: se dicta la libertad religiosa en Alemania.

1598 · Edicto de Nantes: fin de las guerras religiosas.


3.2. El fantasma del reformismo recorre Europa

En el Imperio de Carlos V, la polémica religiosa llevó al enfrentamiento militar entre los partidarios del protestantismo y sus detractores. En el año 1555 concluyó el conflicto con la firma de la paz de Augsburgo. Como resultado de las negociaciones, el nuevo culto fue reconocido produciéndose la división de la cristiandad europea occidental. Los súbditos de los príncipes tuvieron que seguir la religión adoptada por ellos; las propiedades eclesiásticas fueron secularizadas y pasaron a ser patrimonio de los nobles alemanes. Todas estas resoluciones revelan el fracaso del emperador Carlos V, quien no logró imponer su autoridad entre los príncipes alemanes, reforzando las estructuras feudales en sus territorios.
El nuevo credo se difundió por Europa, triunfando en la región central y septentrional del Sacro Imperio. Llegó a ser reconocido oficialmente en Dinamarca, Noruega y Suecia.

3.3. De la justificación por la fe a la predestinación

El movimiento reformista en Francia cobró nuevo brío bajo la dirección de Juan Calvino (1509 -1564). Este reformista francés provenía de una familia burguesa, había tenido una formación jurídica y gran influencia de los humanistas y de las tesis luteranas. Su doctrina fue bien recibida por numerosos miembros de la burguesía, que coincidían con la apreciación de que trabajaban para "la gloria de Dios", manifestándose a favor de prácticas económicas hasta entonces condenadas por la Iglesia Católica, lo que favoreció el desarrollo del capitalismo.
En lo religioso, Calvino proscribió todo culto exterior, rechazando lo que no estaba rigurosamente establecido en las Sagradas Escrituras. Preconizó la predestinación absoluta: Unos están destinados a la vida eterna, otros a la eterna condenación. Si se pregunta por qué Dios tiene piedad de una parte y por qué abandona a la otra, solo hay una respuesta: A Él le agrada así.
Calvino impuso su doctrina en Ginebra y desde allí se propagó a gran parte de Europa.La predicación, reflejo del espíritu laico e individualista de Calvino, tuvo mucho éxito en países como Francia, donde sus adeptos fueron conocidos con el nombre de hugonotes; en Escocia, donde se organizó la Iglesia Presbiteriana; en los Países Bajos (pertenecientes a España) donde sus principios fueron adoptados como reacción al poder opresor del Estado y a la Inquisición, sirviendo así de instrumento para fortalecer el movimiento de unidad nacional y en Inglaterra, donde se constituyó como movimiento puritano.

3.4. Calvino sucede a Zwinglio en Suiza


En Suiza, la doctrina reformista había sido adoptada en algunos cantones, gracias a la prédica de Ulrico Zwinglio (1484 -1531) quien, a partir del año 1520, pregonó la salvación por la fe. Además, fue partidario de la participación del poder civil en el gobierno de la Iglesia, y rechazó la creencia en el purgatorio y la norma del celibato del clero.
Para Zwinglio, la suprema fuente de la fe son las Sagradas Escrituras, rechazando también el culto a las imágenes, y los votos monásticos. Zwinglio murió en un combate entre católicos y protestantes, pero sus ideas apoyaron las de Calvino, que se encontraba refugiado en esa nación. Aquellos que repudiaban la subordinación de los cantones suizos al Sacro Imperio, se identificaron con el calvinismo, contando con el apoyo de la rica burguesía de las ciudades. Calvino hizo de Ginebra la "Roma del Protestantismo", consiguiendo imponer su doctrina e interfiriendo hasta en su organización político-administrativa al establecer un tribunal teocrático que imponía la disciplina moral y eclesiástica.

3.5. Enrique VIII y su reforma

Hemos visto que existieron diversas motivaciones que se conjugaron para dar vida a los procesos reformistas, tanto de orden espiritual como económico. Sin embargo, el caso particular de Inglaterra agregó, a todo lo anterior, un elemento de orden político interno que comprometía las relaciones internacionales.
El monarca Enrique VIII era un ferviente católico, hecho que demostró públicamente al manifestar su rechazo a la doctrina luterana en un escrito, acto que le fue recompensado por el Papa con el título de Defensor de la Fe. Sin embargo, al enfrentar el problema dinástico de no contar con un hijo varón que le sucediese, solicitó al papa Clemente VII su divorcio de Catalina de Aragón, tía de Carlos V, quien, a los 42 años, difícilmente podría engendrar el hijo deseado. En este problema, el monarca fue auxiliado por el prelado Tomás Cranmer, quien declaró nulo este matrimonio por haber estado Catalina casada anteriormente con el hermano mayor de Enrique.
Enrique VIII se divorció sin la autorización papal, casándose con Ana Bolena, quien dio a luz a una niña (Isabel), con gran disgusto del monarca. Este enfrentó los hechos por sí solo promulgando la Ley de Supremacía con la que fundaba la Iglesia Nacional Anglicana, de la que se constituyó como cabeza. El recientemente nombrado canciller Tomás Moro, rechazó la situación, por lo que el impulsivo monarca lo condenó al cadalso.
Los sucesores de Enrique VIII, oscilaron entre el luteranismo, el calvinismo y el catolicismo. Eduardo VI (1547 -1553) impuso el Libro de las oraciones diarias de tendencia calvinista; su sucesora, la reina María Tudor (1553 -1558), intentó restablecer el catolicismo, recurriendo a la violencia y al apoyo de Felipe II, rey de España. Finalmente, con Isabel I, la Iglesia Anglicana adquirió características propias, resultado de una mezcla de elementos doctrinarios calvinistas y católicos, conforme a lo establecido en un acta de 39 artículos que data de 1563.

4. LA IGLESIA CATÓLICA SE REORGANIZA

El avance del protestantismo llevó a la Iglesia Católica a la imperativa necesidad de reformarse para impedir que continuase su progresivo debilitamiento como autoridad moral y espiritual. El principal acontecimiento hacia la renovación fue la reunión del Concilio de Trento convocado por Paulo III (1545 -1563). Se interrumpió bajo el pontificado de Pablo IV (1555 -1559), ya que este no aceptaba la autoridad de los concilios, y fue reanudado en 1559. En él se clarificó y definió la doctrina católica y las cuestiones disciplinarias sujetas a controversias.

· En lo doctrinario, se reafirman los dogmas y los sacramentos:
- se reconocieron los libros de la Biblia como inspirados por Dios.
- las Sagradas Escrituras y la tradición fueron definidas como las fuentes de la revelación.
- se reconoció que, junto con la fe, las buenas obras encaminan hacia la salvación.
- se definió la existencia del pecado original, borrado por la gracia del bautismo y se confirmaron los siete sacramentos.

· En lo disciplinario, se redefinió el papel del clero y la jerarquía:
- se determinó que los obispos han de residir en sus diócesis y visitar las parroquias bajo su jurisdicción.
- se estableció que cardenales y obispos han de dar cuenta a Roma de los beneficios que reciben, prohibiéndoseles la acumulación de bienes.
- se determinó que los sacerdotes habían de formarse en seminarios establecidos para tal fin.
- se acordó que un catecismo recogería la doctrina conciliar.
- se mantiene el celibato del clero y de la jerarquía eclesiástica.
- se confirmó la supremacía papal.

La reforma conciliar adquirió fuerza en España y Portugal. Contó con instrumentos eficaces en la lucha contra las herejías: la Inquisición y la Congregación del Índice, cuerpo de censura encargado de elaborar el listado de libros prohibidos. Dicho catálogo (Index) fue puesto a disposición de los fieles, quienes acataron o no dicha prohibición. El primer Index oficial de la curia romana data de 1557.
La Iglesia estaba en su derecho al inscribir a un autor en su índice, lo que solo implicaba decirle a los fieles: la doctrina o la moral de tal libro se opone a las católicas.
En el fortalecimiento de la disciplina y la moral católicas destacó la corriente mística ejemplarmente representada en Santa Teresa de Jesús (de Ávila) y San Juan de la Cruz. Además, se fundaron o reorganizaron numerosas órdenes religiosas. Entre ellas sobresale la Compañía de Jesús fundada por Ignacio de Loyola en el año 1534, como un "escuadrón de caballería ligera" a disposición del Papa.
Su primer superior general, Loyola, suprimió varias prácticas tradicionales como algunas penitencias y ayunos, poniendo el énfasis en la obediencia, añadiendo un voto especial de obediencia al Papa. Además, reforzó el principio de autoridad y de ordenamiento jerárquico, aunque estableció los votos de tal manera que resultara más sencillo desligarse de la Compañía de Jesús que de otras órdenes.
Los jesuitas, cuya regla mantiene una rígida disciplina, acompañada de una sólida formación religiosa y cultural, se lanzaron a una intensa actividad pedagógica y catequística; se abrieron a misionar en África, Asia y América, buscando la conversión de las poblaciones locales. En nuestro continente destacó la figura de San Pedro Claver quien se declaró esclavo de los esclavos negros desembarcados en Cartagena de Indias y la del padre Antonio Vieira, en Brasil.

Fuente: “Historia Universal” educación media. Patricia Jiménez, Diana Salgado, Fernando Soto. Edit. Santillana, 1996.

Avances tecnológicos y Descubrimientos Geográficos


Los Medios que hicieron posible esta empresa.

El progreso de la ciencia geográfica:
La difusión de los conocimientos geográficos del griego Ptolomeo (siglo II), el Imago Mundi de Pedro D’Ailly y las ideas del cosmógrafo florentino Toscanelli, daban plena credibilidad de la teoría de la redondez de la Tierra en los círculos de académicos y navegantes. El mito de que la tierra era plana sólo existía entre la masa ignorante y supersticiosa.

El aporte en la elaboración de mapas y cartas de navegación hecho por árabes, genoveses, portugueses y mallorquines, permitió representar con gran exactitud las costas del viejo mundo. De este modo el desarrollo cartográfico se transformaría en un apoyo fundamentalen la etapa de grandes exploraciones que comenzaría a mediados del siglo XV.La Tecnología al servicio de la navegación:- Reemplazo de los barcos medievales por las Carabelas y las Naos, que agregaban a las velas cuadradas una triangular (la vela latina), permitió aprovechar todos los vientos y navegar en alta mar.


- Los navegantes árabes del siglo XIII, dieron a conocer a los europeos el gran invento chino de la Brújula, que a pesar de ser en esos tiempos rudimentario, se fue perfeccionando hasta permitir la orientación de los navegantes de día o de noche, cualquiera sea el estado del tiempo. Más tarde se agregó el uso de Astrolabio, que permitió a los marinos medir la altura meridiana del sol y la distancia de un punto respecto del plano de la línea del Ecuador, esto ayudó a considerar en mapas y cartas náuticas el uso de las coordenadas geográficas de latitud y longitud.La navegación y la cartografía rompieron de esta forma sus amarras y se constituyeron en el respaldo que requerían los proyectos de expansión política y comercial.



viernes, 18 de julio de 2008

La Filosofía

Origen de la Filosofía

El origen de la filosofía ha sido una cuestión controvertida a lo largo de la historia del pensamiento. Por lo general los filósofos griegos han considerado que la filosofía nace con Tales de Mileto allá por el siglo VII a. c., pero no se consideraba necesario explicar cómo se había producido ese surgimiento de una nueva forma de pensamiento. Sí parecía haber un común acuerdo en considerar la filosofía como la forma de pensamiento racional por excelencia, es decir, una forma de pensamiento que no recurre a la acción de elementos sobrenaturales para explicar la realidad y que rechaza el uso de una lógica ambivalente o contradictoria. Es a partir de la polémica que suscitan los filósofos alejandrinos durante el período helenístico cuando el origen de la filosofía comienza a convertirse en un problema. Y será a lo largo del siglo XX cuando se comiencen a encontrar respuestas explicativas de la aparición del fenómeno filosófico. Para nuestro objetivo nos bastará considerar las dos hipótesis más difundidas acerca del origen de la filosofía: aquella que sostiene el origen a partir de la filosofía oriental, y aquella que hace de la filosofía una creación original de los griegos, y que estudiaremos a continuación.
La Filosofía y los Mitos
Ahora bien, esta misma estructura la encontramos en las explicaciones de los primeros filósofos jonios, pero en ellos ha tomado ya la forma de un problema: en la filosofía el mito esta racionalizado. El mito es animista, mágico, recurre a lo invisible como fundamento de lo visible, acepta lo sobrenatural y lo extraordinario. La cosmología de los primeros filósofos modifica su lenguaje y cambia de contenido: en lugar de narrar los acontecimientos sucesivos, define los primeros principios constitutivos del ser; en lugar de presentarnos una lucha de dioses nos ofrece un intercambio mecánico de procesos o fenómenos naturales.

¿Cómo surguieron las primeras leyes?



Hasta que al rey Hammurabi de Babilonia (1728 - 1686 a. C.) no se le ocurrió poner la ley por escrito, la gente estaba sometida al capricho de los jueces, cada uno aplicaba la ley que le parecía y nadie sabía que era legal y qué estaba fuera de la ley. Hammurabi elaboró un código, el primero de la historia, y ordenó que lo escribieran para que la gente lo conozca. El código era muy severo e imponía la pena de muerte para varios delitos y aplicaba la ley del talión, ojo por ojo, diente por diente. Hammurabi decía que el código debía servir para "disciplinar a los malos y evitar que el fuerte oprima al débil".

¿Qué fueron las Tablas de la ley?

Hacia el 1700 a. C. muchos hebreos emigraron hacia Egipto en la época que ese país estaba ocupado por un pueblo invasor: los hicsos. Cuando los egipcios lograron expulsar a los invasores hicsos se produjo un brote de fanatismo nacionalista y los extranjeros, entre ellos los hebreos fueron perseguidos y esclavizados. Fue entonces cuando surgió entre los hebreos de Egipto la figura de Moisés que organizó a sus compatriotas para huir de Egipto y marchar hacia la Tierra Prometida. A este episodio se lo llamó "éxodo". Según la Biblia al llegar al Monte Sinaí Moisés recibió de Dios las tablas de la Ley que contenían diez mandamientos que deberían ser respetados por los hebreos si querían seguir recibiendo el favor de Dios.

¿Cuándo surgieron las leyes escritas en Grecia?

Hacia el 621 antes de Cristo, frente a los reclamos populares por la arbitrariedad de los jueces, el legislador Dracón recopila las leyes orales y las pone por escrito. El código era muy duro y algunos decían que "parecía escrito con sangre" porque casi todos los delitos eran castigados con la muerte.
Pero las leyes no tenían como objetivo el castigo sino la garantía de los derechos. En el 550 antes de Cristo otro legislador, Solón, moderó las leyes de Dracón haciendolas más humanas y justas y eliminando algunas, como la que establecía la esclavitud por deudas.

¿Qué es el derecho romano?

Los romanos también tuvieron sus tablas, era el código llamado Ley de las Doce tablas (450 a.C.) que fijaba las leyes por escrito, como en las otras culturas.
El conjunto de leyes e instituciones judiciales creadas por los romanos son la base de nuestro sistema jurídico actual . El sujeto del derecho romano era el ciudadano al que se le aplicaban normas para regular la vida social: sus relaciones laborales, familiares, comerciales y privadas.

¿Cómo hacían los jueces para recordar todas las leyes?

Era muy difícil para los jueces y para los enjuiciados recordar todas las leyes que fueron siendo dictadas en el transcurso de los siglos. Entonces al emperador Adriano en el año 121 d.C.,se le ocurrió la idea de recopilar de todas las leyes vigentes en un solo código llamado "Edicto Perpetuo". Con este documento se eliminaban las diferencias de interpretación de los jueces.

¿Más leyes?

Pero los romanos siguieron dictando leyes y más leyes. Fue así que otro emperador, llamado Justiniano (527-565 d.C.) nombró a un comité de diez juristas para redactar un nuevo código . Al código llamado Corpus Iuris Civiles, se lo conoce como Código de Justiniano.

¿Cuál fue la reacción de la gente frente a las leyes?
Las derechos que establecían estas primeras leyes no eran para todos. Por ejemplo los eclavos no gozaban de ningún derecho ni ninguna protección legal. Para ellos todas eran obligaciones. Las leyes escritas fueron un gran avance de todas maneras, porque los ciudadanos libres tuvieron un elemento de defensa frente a la libre interpretación de los juecesLa gente al principio lo tomó con cierta desconfianza, pero pronto comprendió que era muy positivo para el respeto de sus derechos.

jueves, 17 de julio de 2008

La Crisis de los Misiles en Cuba


Cuba había sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898. La revolución de Fidel Castro en 1959, que en un principio no se definía como comunista pero que tenía una clara orientación nacionalista, comenzó a tomar medidas que lesionaban los intereses estadounidenses. La reacción de Washington fue inmediata: ruptura de relaciones en 1961, imposición de un bloqueo económico, excluyó a Cuba de la OEA (Organización de Estados Americanos) y organizó, mediante operaciones secretas de la CIA, una fallida invasión de emigrados anticastristas en Bahía de Cochinos o Playa Girón en abril de 1961.
En ese contexto, el régimen de Fidel Castro viró hacia el alineamiento con el bloque soviético y el establecimiento de una dictadura comunista en la isla.
En octubre de 1962, aviones espías norteamericanos U2 detectaron la construcción de rampas de misiles y la presencia de tropas soviéticas. El 22 de octubre, con el apoyo claro de sus aliados occidentales, Kennedy toma una medida de gran dureza: establece una "cuarentena defensiva", es decir, un bloqueo de la isla, desplegando unidades navales y aviones de combate en torno a Cuba. Si los navíos soviéticos intentaran forzar el bloqueo, el conflicto armado entre los dos superpotencias estaba servido.
Fue el momento de la guerra fría en que más cerca se estuvo del enfrentamiento directo entre la URSS y EEUU y de la hecatombe nuclear. Finalmente, tras negociaciones secretas, Kruschev lanza una propuesta aceptada por Kennedy: la URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio del compromiso norteamericano de no invadir la isla y de la retirada de los misiles Júpiter que EE.UU. tenía desplegados en Turquía.
El mes siguiente la URSS desmonta y repatría su material bélico ofensivo y EE.UU. levanta el bloqueo.
La rápida solución de la crisis muestra la eficacia de la estrategia de la disuasión (la amenaza del holocausto nuclear frena el aventurerismo de las potencias) y la importancia del diálogo ente las dos superpotencias. En ese momento se instala una comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin para mejor desactivar cualquier crisis o malentendido: el "teléfono rojo".
Tras la crisis de Cuba, la coexistencia pacífica toma plenamente carta de realidad. La coexistencia entre los bloques se compatibiliza con la cohesión interna en ellos. Por un lado, Macmillan y De Gaulle no dudan en apoyar incondicionalmente a Kennedy; por otro, la Cuba de Castro se convierte en un fiel aliado de Moscú a cuyos intereses expansionistas va a servir en los años setenta enviando cuerpos militares expedicionarios a Angola, Mozambique o Etiopía.

Chile durante la Guerra Fría

Durante muchos años las relaciones entre los países de América Latina y EE.UU. han estado marcadas por la preocupación común de Washington y las oligarquías de cada país de oponerse a cualquier amenaza revolucionaria.
En el contexto de la guerra fria, las administraciones norteamericanas no han dudado en apoyar dictaduras militares conservadoras y fuertemente represivas. Para los políticos de Washington, los movimientos reformistas o revolucionarios en el continente americano no sólo eran una respuesta a las fuertes desigualdades sociales sino que también eran acciones desestabilizadoras orquestadas desde Moscú o La Habana con el objetivo de establecer regímenes aliados al bloque soviético. La amplitud de los intereses económicos norteamericanos en la región y su proximidad geográfica reforzaban esta actitud.
El mejor ejemplo de este fenómeno lo constituye Chile. En 1970 ganó las elecciones la Unidad Popular, una coalición de izquierdas dirigida por el socialista Salvador Allende. Con un un programa no muy radical, Allende se encontrará desde un principio atrapado entre sus aliados más revolucionarios (el izquierdista MIR, la facción más radical del Partido Socialista) y la reacción de unas clases medias y altas inquietas ante la posibilidad de una evolución "a la cubana".
El Departamento de Estado norteamericano mediante la intercesión de la CIA no dudó en apoyar la subversión antidemocrática: desde subvencionar la huelga de camioneros contra el gobierno en 1972 hasta, finalmente, apoyar el golpe de estado que finalmente protagonizará Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
La represión posterior fue brutal. El senador norteamericano Edward Kennedy, utilizando datos confidenciales del Departamento de Estado, calculó entre 20.000 y 30.000 muertos la factura de la represión militar.
Chile no fue un caso aislado. Las dictaduras militares apoyadas por EE.UU. serán la norma en los setenta. Otro caso especialmente feroz fue el de la Junta militar establecida en Argentina en 1976 dirigida por el general Videla.

Hacia el fin de la Guerra Fría: Pensamiento político de Gorbachov

Mijaíl Gorbachov fue nombrado Secretario General del PCUS el 11 de marzo de 1985. La situación a la que se enfrentaba el nuevo líder del Kremlin era en general lamentable: tras largos años de estancamiento, la economía se hallaba al borde de la bancarrota y la sociedad soviética se encontraba inmersa en una verdadera crisis moral caracterizada por la falta de compromiso ideológico y el escepticismo general. Era imposible que la URSS mantuviera por más tiempo la ficción de "paridad" con los EE.UU.
El desafío de Reagan y su Iniciativa de Defensa Estratégica había hecho conscientes a los dirigentes soviéticos de sus posibilidades reales de hacer frente a la competencia tecnológica y militar de EE.UU. Con un gasto de defensa que, según las fuentes, oscilaba entre el 16 y el 28% de su presupuesto, la URSS necesitaba urgentemente reducir sus gastos militar y enfocar sus inversiones a paliar sus múltiples carencias y deficiencias de la econmia soviética. Para Gorbachov la necesidad de un acercamiento a los EE.UU. era evidente y urgente.
La reforma en la política exterior llegó antes que la perestroika (reestructuración) o la glasnost (transparencia) en la política interna. En julio de 1985, el sempiterno ministro de asuntos exteriores sovoiético Andrei Gromiko fue sustituido por Eduard Shevarnadze. En octubre, el telegénico Gorbachov iniciaba lo que algunos denominaron una "ofensiva de encanto" visitando diversas capitales occidentales. En su primer encuentro con el presidente Reagan en Ginebra en noviembre de 1985, el líder soviético planteó la necesidad de la distensión y de la reducción de armamentos nucleares.
La postura de Gorbachov iba más allá de un mero repliegue táctico. Consciente de la imposibilidad de conjugar la guerra fría y la solución de los graves problemas que aquejaban a la economía y la sociedad soviética, el líder soviético, mediante su principal consejero en política internacional, Dobrinin, proclamó en el XXVII Congreso del PCUS en 1986 lo que denominó un "nuevo pensamiento político" (Novy Myshlenie): el nuevo mundo se caracterizaba por la "interdependencia global", en adelante, había que olvidarse de la lógica de la guerra fría y buscar la cooperación y el consenso en la dirección de las relaciones internacionales. Se trataba de buscar "una acción recíproca, constructiva y creador al mismo tiempo (...) para impedir la catástrofe nuclear y para que la civilización pueda sobrevivir".
La URSS se preparaba para un gran repliegue, tanto en su competencia con los EE.UU. como en los compromisos internacionales que había ido adquiriendo a lo largo de la guerra fría.
La tendencia apuntada por Gorbachov desde el inicio de su mandato se vio acrecentada por una serie de acontecimientos que hicieron absolutamente evidente la necesidad de reformas:
La catástrofe nuclear de Chernobil en Ucrania el 26 de abril de 1986 provocó un escape radioactivo doscientas veces superior al de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, según fuentes de la Organización Mundial de la Salud, y obligó a la evacuación de más de medio millón de personas. Chernobil incrementó la consciencia general de las carencias y limitaciones del sistema económico soviético.
El fracaso y la incompetencia del en otros tiempos poderoso ejército soviético se veía corroborado en la guerra de Afganistán. La desmoralización que provocaba el "Vietnam soviético" fue acrecentada por episodios rocambolescos como el aterrizaje en la Plaza Roja de Moscú de un joven adolescente alemán, Mathias Rust, en mayo de 1987 sin que la defensa aérea soviética fuera capaz de evitarlo.
Estos ejemplos de crisis y decadencia tuvieron una resonancia multiplicada en la opinión pública soviética por la nueva política de glasnost (transparencia) impulsada por Gorbachov.

El Muro de Berlín




De 1951 a 1958 la República Democrática Alemana había sufrido una verdadera hemorragia demográfica: más de dos millones de alemanes orientales había huido hacia la República Federal. Las diferencias de nivel de vida y de libertades provocaban este éxodo de población.
La segunda crisis de Berlín se inició en 1958. Para detener la salida de población, Kruschev lanzó un ultimátum a las potencias occidentales: les daba seis meses para aceptar que Berlín-Oeste se convirtiera en una ciudad libre, fuera de su control; en caso de negativa, Moscú daría a la RDA plena soberanía sobre el Berlín-Este y los accesos a la ciudad.
Tras momentos de fuerte tensión, la amenaza no se llegó a materializar. Hubo que esperar tres años para que el 13 de agosto de 1961, ante los ojos atónitos de los berlineses se iniciara la construcción de un muro infranqueable que rodearía todo el Berlín occidental. Se ponía así fin al éxodo de alemanes orientales. Lo que se denominó en Occidente, el "muro de la vergüenza" se convirtió en el gran símbolo de la guerra fría.
Paradójicamente, el muro del Berlín sirvió para estabilizar la situación en la RDA, calmando las inquietudes soviéticas y suprimiendo uno de los mayores focos de tensión de la guerra fría.

La Coexistencia Pacífica



El Período (1955-1962)

El líder soviético Kruschev y el presidente norteamericano Kennedy

La "coexistencia pacífica" de Kruschev

La muerte de Stalin el 5 de marzo de 1953 abrió una nueva fase en la historia de las relaciones internacionales. Tras un complejo proceso sucesorio, Kruschev consiguió asentarse en el poder del Kremlin, muy especialmente tras eliminar a Beria, jefe del aparato represivo stalinista, en junio de 1953.
El nuevo líder soviético lanza una nueva política exterior que va a denominar coexistencia pacífica. Este nuevo concepto significaba básicamente que la URSS no solo negaba el recurso a las armas para extender la revolución comunista por el mundo, sino que rechazaba la idea de que la guerra con el capitalismo era inevitable. El bloque comunista, que en ese momento ya se veía lo suficientemente fuerte para disuadir al adversario de un posible ataque, concentraría en el futuro todas sus fuerzas en la competición pacífica con el Oeste.
La realidad de la política soviética no fue, sin embargo, tan pacífica. Como veremos, Moscú no dudó en tomar medidas, en algún caso arriesgadas, que pusieron en grave peligro la paz mundial.


Fuente: http://www.historiasiglo20.org

El Bloque Occidental



Una red mundial de alianzas



La Guerra Fría y la experiencia histórica del período de entreguerras llevaron a los EE.UU. a dar un giro histórico en su tradicional aislacionismo. Más allá de los lazos trasatlánticos con la Europa Occidental, la Secretaría de Estado norteamericana se lanzó a la construcción de una serie de alianzas internacionales que consolidaran al bloque occidental:
Ya en tiempos de Truman se firmó en 1947 el Tratado de Rio con veinte países latinoamericanos. Esta iniciativa concluyó en 1948 con la fundación de la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta institución ha estado siempre basada en un desequilibrio de fuerza patente entre la potencia norteamericana y el resto de los países del continente.
La guerra de Corea llevó en 1951 a la constitución de una alianza militar en el Pacífico: el ANZUS (Australia, New Zealand, United States) y la firma del Tratado de San Francisco con Japón, antiguo enemigo con el que EE.UU. concluía un tratado de defensa.
El presidente Eisenhower y su Secretario de Estado Foster Dulles completaron y sistematizaron la red de alianzas occidental: en 1954 nació la SEATO (siglas en inglés para la Organización del Tratado de Asia del Sureste) con Gran Bretaña, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Filipinas, Tailandia y Pakistán; en 1955 se firmó el Pacto de Bagdad, alianza de seguridad en el Próximo Oriente en el que agrupaban Gran Bretaña, Turquía, Irak, Pakistán e Irán. Al retirarse de la alianza Irak en 1959, este pacto se tranformón en el CENTO (siglas en inglés para la Organización del Tratado del Centro).

La Organización del Bloque Comunista



La articulación de la Doctrina Jdanov y la creación de la Kominform en 1947 fueron la primera reacción de la URSS tras la ruptura con las potencias occidentales. La Kominform jugó un papel importante en la movilización ideológica y en la propaganda en los países comunistas. Tras el cisma yugoslavo, la Kominform pasó a centrarse en la lucha contra Tito ante el temor de Stalin a un "contagio" en el resto de las "democracias populares".
Otro elemento clave de la labor de la Kominform fue la organización del Movimiento por la Paz, esta organización centró sus críticas en el armamento nuclear norteamericano y lanzó grandes campañas recogiendo firmas que pedían la prohibición de las armas atómicas. Estas campañas consiguieron el apoyo de un gran número de intelectuales.
Paralelamente en los "países satélite", una nueva oleada de purgas (1948-1952) marcó los últimos años de la dictadura de Stalin. Cualquier intento de iniciar una "vía nacional" al socialismo que no siguiera al pie de la letra el modelo soviético fue acusado de "desviacionista" y tildados de "trostkistas" o "titistas". La realidad fue que aproximadamente un cuarto de la militancia comunista, muchas veces los militantes más veteranos y con mayor experiencia de lucha, fueron juzgados, encarcelados o ejecutados. La represión se convirtió en adelante un rasgo esencial de las "democracias populares".
En 1949, nació el COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica), instituto multinacional que agrupaba a la URSS y a los países del Este con la excepción yugoslava que buscaba el fomento y la planificación de los intercambios comerciales entre los países del bloque. Hubo que esperar hasta 1960 para que este organismo funcionara con plenitud.
La URSS fue creando una red de alianzas que diera coherencia a su bloque. No obstante, esta red fue mucho menos densa y tardó más en consolidarse. El gobierno de Moscú fue firmando Acuerdos bilaterales con las "democracias populares" y con la China comunista de Mao.
Hubo que esperar a que pasaran dos años de la muerte de Stalin para que, con la ocasión del ingreso de la RFA en la OTAN, naciera en 1955 el Pacto de Varsovia, alianza militar que unió a la URSS con todos los países europeos del bloque comunista con la excepción de Yugoslavia. Se calcula que las fuerzas militares del Pacto ascendían a 6 millones de soldados con un armamento altamente homologado. El mando unificado de estas tropas quedó en manos de un general soviético.



El Plan Marshall



El Plan Marshall es el nombre por el que se conoce el Programa de Reconstrucción Europeo anunciado por el entonces secretario de estado norteamericano George Marshall en un discurso en la universidad de Harvard el 5 de junio de 1947.
Ante la penuria europea y la imposibilidad financiera de comprar productos norteamericanos este plan de ayuda demandaba una coordinación previa de los países europeos para su aplicación. Para ello se reunió en junio-julio de 1947 una conferencia en París a la que, tras muchas dudas, acudió la URSS. Moscú pronto declinó el ofrecimiento y obligó a sus países satélites a hacer lo mismo alegando que el plan era un instrumento del imperialismo y la hegemonía americana.
Pese a la campaña de los partidos comunistas, dieciséis países aceptaron la ayuda y se reunieron en una Conferencia en París en septiembre de 1947. La Conferencia tenía un triple objetivo: impedir la insolvencia europea que hubiera tenido nefastas consecuencias para la economía norteamericana, prevenir la expansión del comunismo en Europa y crear una estructura que favorecieran la implantación y el mantenimiento de regímenes democráticos.
El golpe de comunista de Praga en febrero de 1948 precipitó la aprobación por parte del Congreso norteamericano del Plan en abril de 1948. Ese mismo mes se creó la OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) para repartir y concretar la ayuda.
Se calcula que en total el Plan supuso una ayuda de 13.000 millones de dólares entre 1947 y 1952. El éxito del plan fue esencial para la recuperación económica y el asentamiento de los regímenes democráticos en Europa Occidental.
La España de Franco, que no cumplía ningún requisito democrático, fue excluida del Plan lo que hizo aún más duro el lento proceso de recuperación de nuestro país tras la guerra civil.



La Doctrina Truman



La denomina Doctrina Truman fue la primera expresión importante de la política norteamericana de "contención" del comunismo durante la guerra fría.
En un discurso ante el Congreso el 12 de marzo de 1947, Harry Truman hizo la siguiente afirmación: "Creo que la política de los EE.UU. debe ser apoyar a los pueblos libres que están resistiendo intentos de agresión de minorías armadas o presión exterior". Esta política comenzó a conocerse como la Doctrina Truman.
Este discurso tuvo como objetivo conseguir una ayuda de 400 millones de $ a Grecia y Turquía, países a los que ya no podía seguir ayudando una debilitada Gran Bretaña. En Grecia se desarrollaba una guerra civil entre un gobierno conservador pro-occidental y guerrillas comunistas y Turquía había estado bajo la presión soviética.
El senador republicano Arthur Vandenberg, partidario de aprobar la ayuda, aconsejó a Truman que para conseguir el apoyo del Congreso debía "asustar de muerte al pueblo norteamericano". Esto fue lo que Truman intentó hacer dibujando en su discurso un mundo dividido en dos tipos de vida, una basada en la libertad y otra en la tiranía. El Congreso finalmente aprobó una ayuda que se convirtió en el primer acto de la política de "contención" norteamericana.


Fuente:http://www.historiasiglo20.org

La Guerra Fría en sus orígenes

¿Cómo se originó este nuevo conflicto entre grandes potencias?

No es común que una guerra termine con discrepancias entre países aliados. A pesar de ello, lo sucedido a partir de 1945 revistió una especial significación porque se trató de una discrepancia sustancial, imposible de superar a pesar de que se hubiera combatido codo con codo en los años previos. Incluso cuando los aliados (Estados Unidos y la Unión Soviética) habían conseguido ponerse de acuerdo en los términos respecto a sus objetivos de guerra -cosa que no siempre sucedió- acabó por descubrirse que las palabras no significaban lo mismo.
La ruptura, al final, en un plazo muy corto de tiempo, fue absoluta y total. Se acabaron enfrentando dos universalismos paralelos y excluyentes que distaban diametralmente en sus concepciones del hombre y de la vida.
A medio e incluso largo plazo podían tener tan sólo pretensiones defensivas pero, al armarse, daban la sensación de resultar amenazadores. Pero el conflicto entre estos dos universalismos, identificados con otras tantas superpotencias, no concluyó en una guerra generalizada. Un gran intelectual francés de la época, Raymond Aron, al describirlo fue titulando sus artículos, en primer lugar "El fin de las ilusiones" y luego "El gran cisma". Después describiría de forma magistral su peculiaridad: se trataba de una "paz belicosa", términos aparentemente incompatibles, pero también explicables. La guerra mundial era improbable porque la bomba nuclear la convertía en tal, pero la verdadera paz era imposible por la distancia ideológica entre las dos superpotencias.
La "guerra fría" -otra denominación contradictoria- no produjo el holocausto atómico pero, hasta que concluyó, en 1991, presenció enfrentamientos que causaron 21 millones de muertos y despliegues de tropas norteamericanas cada 18 meses. Esa peculiar situación constituyó el rasgo más destacado de la nueva era.