sábado, 19 de julio de 2008

La Guerra de Vietnam (1946-1975)

Antecedentes

Ya en los cincuenta, la Indochina francesa había sido considerada importante por sus materias primas pero, sobre todo, por el efecto que tendría su caída. Estados Unidos resultó un dubitativo participante en las conversaciones de Ginebra y no quiso firmar los acuerdos de 1954, probablemente como consecuencia de su política respecto a China en estos momentos. El resultado de los acuerdos de 1954 fue que se internacionalizó la paz pero sin ninguna garantía efectiva. En consecuencia, los vietnamitas del Norte pudieron tener la sensación de que se les dejaba la posibilidad de acabar conquistando el Sur. Por otro lado, fue el nacionalismo y no ninguna consigna de Moscú el que produjo la sublevación allí. Cuando Kennedy llegó al poder el número de norteamericanos en Vietnam era de apenas 685. Vietnam del Sur tenía 14 de los 25 millones de habitantes del país y la mayor parte de los recursos alimenticios, pero nunca tuvo conciencia de ser una nación. La conclusión a la que llegó el presidente norteamericano fue, sin embargo, que si los Estados Unidos tenían que luchar por el Sudeste asiático limitando el avance comunista lo debían hacer por Vietnam del Sur. En consecuencia, pronto el país se convirtió en el quinto país del mundo en recibir ayuda norteamericana. Eso, no obstante, no mejoró su dirección política: Ngo Dinh Diem, su presidente, era uno más del millón de personas que había abandonado el Norte en el momento de la victoria de los comunistas, mucho más un enemigo de éstos que un nacionalista. Déspota y católico, en un país en que esta religión recordaba al pasado colonial, mantuvo a 50.000 personas en la cárcel. Al principio Diem dio la sensación de ser un gestor eficaz pero, rodeado de una especie de corte imperial, acabó por exasperar a sus aliados. Kennedy dijo de él: "Diem es Diem y es lo mejor que tenemos", pero en el momento en que el número de norteamericanos en Vietnam llegaba a 18.000 y se había producido una revuelta budista tuvo lugar el derrocamiento de Diem (noviembre de 1963). El propio embajador norteamericano apoyó el golpe, iniciando un proceso por el que los Estados Unidos se involucraron en exceso en la política de aquel a quien querían proteger. A partir de este momento, cuanto más aumentaba la presencia norteamericana en Vietnam más insistían desde Washington en la reforma política, llegando a intromisiones inaceptables y, al mismo tiempo, más se americanizaba la guerra. De otro lado, cuanto mayor era la inseguridad de los sudvietnamitas en el poder, al mismo tiempo más autoritario se volvía el Gobierno de Saigón. En 1964 hubo nada menos que siete Gobiernos, lo que es lógico si tenemos en cuenta que la expulsión de Diem había producido un profundo vacío político. Kahn, el sucesor de Diem, fue un personaje simplemente cómico. Nunca hubo, por parte norteamericana, una evaluación del adversario ni del hecho de que las guerras largas, igual que la de Corea, acaban quebrando el consenso interno de las democracias. Cuando surgieron dificultades a medio plazo, los mismos que habían defendido la necesidad de intervención cambiaron radicalmente y hablaron de la necesidad de una retirada. El adversario acabó por ver los signos de buena voluntad como testimonios de debilidad.


¿Cómo empezó todo?


Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Francia trató de restablecer su dominio colonial sobre Indochina. Ho Chi-Minh lideró la lucha contra la intervención gala y proclamó en Hanoi la República Democrática de Vietnam, contra la que nada pudieron hacer las fuerzas francesas.
Ho Chi-Minh estableció en Vietnam del Norte un régimen socialista de inspiración marxista, y obtuvo el apoyo masivo de la Unión Soviética y China.
En Vietnam del Sur se instaló un gobierno independiente y anticomunista, bajo la dirección de Ngo Dinh Diem, quien obtuvo la protección y apoyo de Estados Unidos.
Sin embargo, Diem gobernó arbitrariamente, creando las condiciones necesarias para que la causa del Frente de Liberación Nacional (Vietcong), procomunista, prendiera en Vietnam del Sur.
Al ver que el Vietcong recibía apoyo de Vietnam del Norte, Estados Unidos intervino, preocupado de que el comunismo penetrara en toda Asia a través de Vietnam del Sur.
Bajo el gobierno de Lyndon B. Johnson se comprometió la participación masiva de los norteamericanos. En 1967 combatían más de 480 mil soldados estadounidenses y Vietnam del Norte era bombardeado constantemente.
Sin embargo, la resistencia norvietnamita fue notable, y pronto, en la propia Norteamérica, comenzaron las protestas y críticas por la brutalidad de la lucha. Así, en 1975, el entonces Presidente estadounidense Richard Nixon y su Secretario de Estado, Henry Kissinger, ordenaron el regreso de las tropas norteamericanas. En 1976 nació la República Socialista de Vietnam.


Johnson había dicho que no era su intención enviar a muchachos norteamericanos a miles de kilómetros a hacer algo que debían hacer los vietnamitas, pero las circunstancias mismas favorecieron que incrementara la intervención. En agosto de 1964 el incidente del "Maddox" -un buque norteamericano atacado por los norvietnamitas-, muy probablemente exagerado, pareció justificarla y de cualquier modo el adversario demostró estar dispuesto a intervenir en el Sur sin hacer mucho caso a los soviéticos ni a los chinos: en 1964 ya enviaron 10.000 soldados a través de la porosa frontera occidental y tres años después enviaban ya 20.000 al mes.



El descontento de la población norteamericana en contra de la guerra


La aparente imposibilidad de resolver el conflicto produjo como consecuencia que desde octubre de 1967 hubiera más norteamericanos contrarios a la intervención que favorables a ella. En ello no influyó el costo, porque fue tan sólo una cuarta parte de lo que costó Corea; mucho más decisiva fue la idea de que se estaba llevando a cabo una guerra errada. Ese año, en las elecciones, el presidente sudvietnamita Thieu no obtuvo más que el 35% de los votos, en unos comicios muy corruptos que dieron un 17% a los partidarios de pactar con el Vietcong. La economía sudvietnamita, mientras tanto, se convertía en todavía mucho más dependiente de los Estados Unidos de lo que lo había sido hasta el momento. En enero de 1968 el Vietcong y los norvietnamitas llevaron a cabo la ofensiva del Tet (un mes del calendario vietnamita) que supuso una derrota total para ellos pero que significó también una abrumadora victoria psicológica. Hué, una de las principales ciudades, fue ocupada durante veinticinco días, pero el mayor daño de cara a la opinión mundial fue causado por la imagen de un general sudvietnamita ejecutando de forma sumaria a un Vietcong. Los norvietnamitas pudieron haber ejecutado a 5.000 personas en Hué, en ocasiones por procedimientos tan bárbaros como enterrarlos vivos, pero, al mismo tiempo, sufrieron 40.000 muertes. A partir de este momento la guerra fue ya definitivamente impopular en los Estados Unidos, al mismo tiempo que los medios de comunicación se manifestaban por completo opuestos a la participación en el conflicto. El verdadero campo de batalla fue, pues, la opinión norteamericana y a este respecto no hay que olvidar que lo que se vio por la televisión fue unidimensional porque no aparecieron, por razones obvias, las atrocidades cometidas por los norvietnamitas. Uno de cada tres norteamericanos cambió de opinión acerca de la Guerra de Vietnam en los meses iniciales de 1968.


El término de la guerra


Al acuerdo se llegó tan sólo en enero de 1973 pactando el abandono de los norteamericanos, la formación de un Gobierno provisional y elecciones. Mientras tanto, en Laos los comunistas se habían hecho ya con el poder y los norvietnamitas no hacían nada ni remotamente parecido a mantener la fidelidad a lo acordado, lanzando ataques que motivaron sucesivos bombardeos norteamericanos. El mismo día del alto el fuego violaron los acuerdos 29 veces y argumentaron que los carros de combate con los que cruzaban la frontera servían, en realidad, para transportar alimentos. En la práctica, pues, lo acordado no sirvió para otra cosa que para establecer un plazo antes de la reanudación de los combates, ya sin la participación de los norteamericanos, que en marzo de 1973 habían evacuado Vietnam.


Consecuencias


Las consecuencias de la Guerra de Vietnam fueron muchas y, sobre todo, muy paradójicas. Vietnam quedó convertido en una dictadura comunista que ejecutó de forma inmediata a algunas decenas de millares de personas. En los años ochenta todavía había cuarenta campos de concentración con 100.000 prisioneros. Por entonces, casi un millón de personas pretendieron huir y unos millares murieron al hacerlo por mar (fueron los "boat-people" que motivaron la solidaridad de los intelectuales occidentales). Vietnam fue también, pese a la ayuda soviética, uno de los doce países más pobres del mundo, pero con un Ejército que proporcionalmente era el cuarto.


Fuentes:www.artehistoria.jcyl.es/